martes, 30 de agosto de 2011

Hombres lobo: Bajo la luna llena


Una de las criaturas más representadas en el cine de terror ha sido sin duda el hombre lobo. Este ser, mitad bestia, mitad humano, ha sembrado el pánico en las pantallas desde 1935; fecha en la que se estrenó Werewolf of London convirtiéndose en la primera película en la cual aparecía el hombre lobo como un ser antropomorfo que, bajo el influjo de una metamorfosis, mataba a la mujer de quien estaba perdidamente enamorado. Así se establecía desde el primer momento este cánon en el que la bestia descontrolada intenta destruir aquello que ama (situación muy recurrente en el cine de monstruos y criaturas). La producción pertenecía a Universal Pictures, famosa en los años treinta y cuarenta por las películas en las que aparecían seres terroríficos. En este caso, el sujeto era un científico aristócrata de Londres que tras la transformación conservaba buena parte de su aspecto humano.

Pero fue quizás en 1941 cuando se rodó la película por excelencia sobre hombres lobo que establecería buena parte de los mitos repetidos una y otra vez en el cine de esta temática. Se trata de The Wolfman, producción que corría también a cargo de Universal y dirigida por George Waggner. La historia se inspira directamente en los relatos tradicionales de licántropos y, aunque en la actualidad los efectos puedan llegar a producir cierta risa, en aquella época supuso uno de los mejores trabajos de maquillaje y diseño vistos hasta entonces. En cuanto a su legado, hay que mencionar que añadió a los cuentos del folclore popular varios aspectos que hoy en día son imprescindibles a la hora de crear una película sobre hombres lobo: desde el influjo de la luna para su transformación, hasta la resistencia a todas aquellas armas que no estén fabricadas con plata, pasando también por el contagio por medio de sus mordiscos o zarpas.

En An american werewolf in London, la capital inglesa volvía a convertirse en el escenario de los crímenes de este ser. La película es ya un filme de culto que combina cierto tono de humor típico de las películas para adolescentes de Estados Unidos con el terror que ya producían los licántropos. Siendo ganadora de un Oscar al mejor maquillaje, sorprende siempre por su peculiar transformación. Esta obra junto con The Howling, ambas de 1981, destacan en una larga lista que toma al hombre lobo como su supremo protagonista. La última de ellas, un remake de The Wolfman, metamorfoseaba a Benicio del Toro en un terrorífico ser inspirado en su aspecto en las primeras películas del género.

El hombre lobo ha sido además un fiel invitado en las películas de vampiros de las cuales os hablábamos la semana pasada. Obras como Van Helsing, Underworld o incluso la saga adolescente Crepúsculo han hecho que ambos seres compartieran pantalla. También ha sido representado en muchas más películas de terror y ficción alejadas de la temática que van desde Harry Potter y el prisionero de Azkabán, hasta el moderno cuento de caperucita roja que se mostraba en The Company of the Wolves, en la que el lobo es en realidad un licántropo que pretende acabar con la virginidad de la dulce caperucita (obra que también ha servido de base para películas como la actual The Red Riding Hood).

Tras este breve repaso al origen de uno de los grandes mitos del cine de terror, os dejo con la ya mencionada transformación que sufría David Naughton en An American Werewolf in London.


3 comentarios:

J.J. González Haro dijo...

Estupenda entrada, aunque para mi gusto faltan titulos importantes que destacar en la filmografia lupina.

Un saludo.

Diego Sánchez dijo...

Quiza un dia Natalia nos sorprenda con mas referencias licántropas...

Saludos!

J.J. González Haro dijo...

Seguro que si.