Tras la última y reciente entrega de los Goya en la que No habrá paz para los malvados (2011) fue la gran vencedora de la noche con seis
premios, comienza la cuenta atrás para la gala más esperada dentro del mundo
del cine: Los Oscars. Este año se celebrará el próximo veintiséis de febrero la
que será la edición número ochenta y cuatro y es que estos premios llevan
entregándose nada más y nada menos que desde 1929, cuando tuvo lugar la primera
ceremonia en el Hollywood Roosevelt Hotel el dieciséis de mayo (a pesar de que
los ganadores se conocían desde febrero del mismo año).
Seguramente todos sabríamos reconocer la estatuilla de los
Oscars, de hecho, muchos de nosotros tendremos alguna imitación de plástico en
casa. Lo que muchos no sabrán es que esta estatuilla la diseñó hace ochenta y
cinco años el escenógrafo de la Metro Goldwyn Mayer, Cedric Gibbons; y que, lo
que parece un simple “pie” donde se encuentra este hombre desnudo con una
espada, es en realidad un rollo de película con cinco radios. Estos cinco
radios representaban las cinco ramas que tenía por aquel entonces la Academia:
directores, actores, guionistas, productores y técnicos. Respecto al nombre, al
premio se le conoce como “Oscar” desde 1931 y cuenta la leyenda que se debe a que Margaret Herrick exclamó, al
ver por primera vez la estatuilla, que se parecía a su tío Oscar. Otros dicen
que fue porque Bette Davis afirmó que la estatuilla tenía el mismo trasero que
su primer marido (cuyo nombre, evidentemente, era Oscar).
Respecto a las categorías de los premios, en la actualidad se
cuenta con veinticuatro, aunque no siempre ha sido así. En sus inicios eran
muchos menos y a lo largo de los años se han ido creando e incorporando nuevas
categorías, así como destruyendo otras que hoy en día no tendrían tanto
sentido, como el premio a los mejores rótulos o el de mejor coreografía, el
cual fue muy popular a mediados de los años treinta cuando el musical era uno
de los géneros estrella. Entre las últimas categorías que se han creado se
encuentra la de mejor maquillaje, que se entregó por primera vez en 1981 y en
la cual las películas de terror y fantasía (nuestras favoritas aquí en Planta13)
han tenido una buena trayectoria. Precisamente el año pasado se hizo con el
premio El Hombre Lobo (2010) de Joe Johnston. La categoría más actual, en
cambio, corresponde al cine de animación que existe desde 2001.
Para los amantes del género de terror puede parecer que los
Oscars se hayan olvidado a lo largo de los años de este tipo de cine. La única
película de terror que se ha hecho con el premio a Mejor Película ha sido El silencio de los corderos (en 1991) que además tuvo la suerte de llevarse los
que son considerados los cinco premios principales correspondientes a (el ya
nombrado) Mejor Película, a Mejor Director, Mejor Actor, Mejor Actriz y Mejor
Guión; un logro conseguido por muy pocos filmes.
Respecto al cine fantástico, parece que ha tenido algo más
de suerte y reconocimiento dentro de los premios y es que una de las películas
que más estatuillas ha ganado ha sido precisamente El retorno del rey (en 2003)
que se hizo con once premios. Esta cifra de premios sólo la han alcanzado en
toda la historia de los Oscars otras dos películas, Ben-Hur y Titanic. Como
curiosidad hay que añadir que El retorno del rey se llevó el premio en cada
categoría en la que estaba nominada (contaba con once nominaciones) y que ha
sido la única secuela, junto con El Padrino II, que se ha llevado el premio a
Mejor Película.
Precisamente el premio a Mejor Película parece ser el más importante,
o al menos, el más reconocido y ansiado en el mundo del cine. Películas que a
pesar de hacerse con numerosos premios no se han llevado a casa la estatuilla
de dicha categoría parece que se vayan con un vacío. Como le pasó a George
Lucas con La guerra de las galaxias que, a pesar de llevarse siete oscars, no
consiguió en 1977 el de Mejor Película (fue para Annie Hall).
Quizás unos de los más reconocidos hayan sido los villanos
ya que muchos de ellos se han hecho con el premio a Mejor Actor o Mejor Actor
Secundario. Javier Bardem, Heath Ledger y Christoph Waltz lo consiguieron
consecutivamente en 2007, 2008 y 2009 interpretando a “los malos malísimos” de
No es país para viejos, El caballero oscuro y Malditos Bastardos
respectivamente.
Aunque sean los premios más importantes del mundo del cine,
no por ello significa que siempre sean justos. Independientemente de la
subjetividad de cada uno, siempre existirán ciertas injusticias, como que el
mago del suspense Hitchcock o el increíble Kubrick nunca se llevase ningún Oscar
a Mejor Director. Y no han sido los únicos, otros tantos como el fantástico Tim
Burton, Tarantino, Nolan o Ridley Scott no se han llevado nunca la estatuilla,
aunque habrá que ver qué pasa con ellos en los próximos años. De momento,
esperamos con ansia conocer los ganadores de esta edición que tendrá lugar el próximo
domingo. Y vosotros ¿tenéis ya hecha vuestra quiniela?
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